martes, 30 de julio de 2013

Extraña Adiccion: Mantiene Una Relacion Intima Con Su Coche


Edward poniéndole los cuernos a su novia. Fuente: SWNSEl protagonista de la historia se llama Edward Smith y tiene 57 años. Tuvo su primera experiencia sexual con un coche a los 15 años y en la actualidad mantiene una relación con una Volkswagen escarabajo llamado Vainilla. Porque, por si no lo sabíais, según Edward hay coches macho y hembra y él, además de distinguirlos, se declara cien por cien heterosexual. Edward asegura no estar mal de la cabeza y proclama a los cuatro vientos que su pasión por los vehículos a motor (también le gustan los helicópteros) no constituye ningún peligro para nadie. En este fragmento del reportaje aparece absolutamente salido en una feria de automóviles de segunda mano, sobando coches, dándoles besitos en el capó y valorando el calibre de los tubos de escape como un cliente en un club de alterne. Como os podéis imaginar, la gente alucina bastante ante el espectáculo. Y eso que son norteamericanos y esa gente está acostumbrada a ver cosas muy extrañas limitándose a poner la misma cara de paisaje que una vaca viendo pasar un tren. Sin embargo, no sé qué pasaría si Edward se diera una vueltecita por España, teniendo en cuenta la tradicional querencia y sobre protección que desarrollan algunos por su coche en nuestro país. francamente vistoso. Estuvo más de cinco años enrollado con una Volkswagen escarabajo (definitivamente le gustan las redondeces) que compró a una familia de Testigos de Jehová. En la actualidad, mantiene una relación abierta con Vainilla, porque también tiene relaciones sexuales con un Ford GT y un Ford Ranger, además de echarse más de una cana al aire cuando encuentra un ejemplar que lo pone a cien en cualquier parking.

Adiccion al plástico


Kaylin se define como una chica normal de 18 años que esconde un extraño secreto: no puede evitar comer plástico. Su afición a la ingesta de este material empezó cuando tenía unos siete años y ha llegado hasta tal punto que la propia joven reconoce que es víctima de una extraña adicción.
“No es por cómo sabe el plástico, sino la manera en que lo como, pues es duro y suave al mismo tiempo”, asegura Kaylin.
Durante los últimos once años, la joven se ha comido 12 mandos de control remoto, más de 5.000 adornos de pulseras, más de mil espadas de cóctel, cien tenedores, una decena botellas de agua, dos chupetes de bebé o unas 50 perchas, entre otros muchos objetos de este material. Así, hasta alcanzar las alrededor de 60.000 piezas que se estima que ha consumido en todos estos años.

Adiccion a beber esmalte de uñas.


Cinco años atrás Bertha sintió curiosidad por probar cómo sabía el esmalte de uñas, al sentirse atraída por su olor. Desde entonces su adicción se ha intensificado, llegando a consumir hasta cinco frascos al día.
"Tengo diversas formas de tomarlo, directamente del frasco o pintándome la lengua con el pincel. El color hace que cada esmalte sepa diferente, mi color favorito es el azul", confiesa la mujer, quien admite que los esmaltes con escarcha son sus preferidos.
"Cuando lo tomo estoy brillando en el estómago y por fuera", argumenta.
Al interior de su casa puede tener cerca de 15 frascos a la mano, y estima que esta debilidad le ocasiona un gasto de 75 dólares por semana.
"Si no tengo esmalte me vuelvo loca. Lo intenté por un día y no pude", confiesa.
Su madre es la más preocupada por este extraño patrón de conducta. "Ella es capaz de hacer todo por conseguirlo. Incluso robar el mío o el de sus hermanas", lamenta.
El esmalte de uñas contiene químicos que también se emplean para fabricar otros materiales como plásticos e incluso explosivos. Sus componentes pueden causar daños en el sistema reproductivo, además de otros problemas neurológicos y la gran posibilidad de desarrollar cáncer.

viernes, 26 de julio de 2013

Cuando la cinta adhesiva se convierte en un serio problema

Andrea tiene 23 años y es adicta a la cinta adhesiva. Un día, hace nueve años, se le acabó el chicle y comenzó a comer cinta hasta el punto que en la actualidad masca tres rollos al día.
Tras decidir visitar a un doctor por iniciativa de su madre, éste certifica que Andrea tiene un trastorno obsesivo compulsivo muy grave, lo que le causa problemas médicos bastante serios. En caso de no frenar su adicción, su vida podría estar en peligro.

Bibliomania: coleccionar muchos libros.

Bibliomania: coleccionar muchos libros.Pasión de poseer muchos libros raros, o relativos a un ramo, más por manía que por afán instructivo. La Bibliomanía es un trastorno obsesivo-compulsivo a la percepción de los libros hasta el punto donde las relaciones sociales o de salud están dañados. La compra de múltiples copias del mismo libro y la edición y la acumulación de los libros más allá de la capacidad posible del uso o goce son síntomas frecuentes de bibliomanía.

Gatos y más gatos

Debbie es alérgica a los gatos: se le congestiona la nariz, se le inflaman los párpados y tiene dificultad al respirar cuando está con ellos. Sin embargo, desde que su marido murió no ha encontrado mejor compañía. Ya tiene más de 20 y sus vecinos le dicen “la loquita de los gatos”. Recientemente pidió ayuda a un terapeuta y está intentando superar su obsesión.

jueves, 25 de julio de 2013

Su disfraz

Lauren es una hermosa joven que, al parecer, habría preferido ser un animal. Así se explicaría su obsesión por llevar orejas de animal, garras de animal, cola de animal… por ir, en resumen,disfrazada de zorro a todas partes. Coincidiréis conmigo que, al margen de lo que la gente se pueda reír o no de ti, en invierno puede tener su encanto ir así de abrigada, pero en verano a ver quién es el valiente que le pide que se quite el disfraz para darle un abrazo.

Arrancarse el pelo

Haley se arranca el pelo de forma compulsiva, algo que se conoce como tricotilomanía y que, por lo visto, es una adicción relativamente habitual (solamente en Estados Unidos siete millones de personas sufren este trastorno). Además, la joven Haley se come los folículos de su pelo, algo menos frecuente, y suele pasar unas dos o tres horas diarias en el baño dedicada a este quehacer.

Hablar con la almohada

Algunos se toman muy en serio lo de consultar las decisiones con la almohada: Tamara es una de esas personas. A los cuatro años empezó a llevar una almohada con ella, como Linus, el niño de Snoopy, lleva una manta. Lo lógico es que con el tiempo abandonara es hábito, pero no ha ocurrido así y ahora ella no puede vivir sin la “comodidad” que le da llevar la almohada a todas partes con quien habla, desayuna y hace lo que se tercie. De las 168 horas que tiene la semana, ella pasa 125 con su inseparable acompañante.

Blanqueamiento de dientes

Con esto me refiero a los extremistas, si bien todos alguna vez nos hicimos un blanqueamiento de dientes o nos compramos una buena pasta dental para cuidar nuestros dientes pero yo me refiero a aquellas personas que se blanquean tanto pero tanto los dientes que se les vuelve en contra y esto lo podemos ver mucho en televisión que se creen que esto va de la mano de una buena higiene... y los productos que utilizan son de un alto contenido de cloro el cual deteriora y daña las encías..

Acaparamiento o Síndrome de diogenes

Las personas que acaparan cosas o también llamado síndrome de diogenes sufren un raro trastorno, que los frikis ya hemos visto en diferentes post, y que es el de acumular objetos...cualquiera sea, para ellos todo es valioso y va a parar a su casa, esto trae grandes problemas de higiene no solo en su casa también personal, muchos se encierran en sus casas y no salen mas que para comprar alimentos y no tiran absolutamente nada, tirar una caja de pizza para ellos es como para ustedes tirar la computadora que ahora están usando

Geofagia


Se trata de la necesidad incontrolable por comer tierra comun y corriente aunque tambien puede ser por algunos de sus equivalentes como son el yeso, la arcilla o lodo se piensa que se debe a la falta de minerales en el cuerpo

Pagophagia

Es el nombre de la enfermedad por comer hielo. Puede deberse a demasiadas causas, por síndrome de pica, por alteraciones neurológicas, por deficiencias mentales o sencillamente porque esto produce placer al que lo practica.

Adicción a las cirujias plasticas

Esto ya no es tan raro, en nuestros tiempos
se puede oir como una niña de 15 años prefiere uan intervencion cosmetica a un viaje o un regalo cualquiera, pero aun asi podria entrar en esta categoria debido a que las personas que sufren esto en su mayoria es debido a un tipo de disformia fisica (es decir que no se ven tal como son) algo parecido a lo que sufren las personas con anorexia y bulimia, ya que buscan la perfeccion a base de cirujias pero jamas la conseguiran

La Tanorexia

La tanorexia es la adicción a broncearse se cree que todo comienza por vanidad, aunque simplemente se pueda deber a falta de vitamina E, de igual manera los rayos UV producen endorfinas que producen sensación de felicidad. Esto conlleva a bastante riesgos para la salud incluyendo el cancer de piel

Obsesión por los funerales

Luis Squarisi es un hombre con una extraña manía, obsesión o adicción como le quieran llamar este tipo es adicto a los funerales -"Desde hace 20 años, me paro cada mañana, enciendo el radio y escucho si alguien murió en el pueblo para poder asistir a su velorio. Este hábito no puedo evitarlo y nació desde el momento en que enterré a mi padre. Tengo 42 años, no tengo empleo y me declaro adicto a los funerales"- de esta manera el tipo describe su obsesión

Adiccion al secador de cabello

Ahora tenemos a esta mujer que se llama Lory, tambien conocida como la loca de los secadores por su extraña mania (no creo que esto sea una adiccion) la cual consiste en adorar su secador de pelo como un dios todopoderoso y ofrecerle su cuerpo como sacrificio a cambio de un peinado impecable XD, fuera de broma esta mujer disfruta la compañia de su secador llevandola a dormir con el ver la tv a su lado, etc.

Adiccion a oler chicles masticados

Ryan es un joven al cual le gusta el aroma de las gomas de mascar pero usadas si como lo oyes, su extraña adiccion- mania o idiotez lo lleva a desprender los chicles de debajo de asientos y mesas calles etc. despues los introduce en una bolsa de plastico para asi poder disfrutar su hipnotico aroma (vaya freak)

Una mujer bebe su orina

Carrie, una mujer de 53 años, bebe su propia orina, pero además la utiliza cual si fuera agua para bañarse con ella, lavarse los dientes y lavarse la cara. ¿Por qué lo hace? Dice que la siente tibia y agradable, además asegura que como padece cáncer, le ayudará a vencer la enfermedad. Lleva más de 4 años haciéndolo

Adicción al Jabon


Ha comido más de 1000 piezas de jabón por haber desarrollado una extraña adicción durante su embarazo.
Nicole Bonner, de 22 años, sufre de un desorden llamado “pica” el cual causa que la persona que lo sufre, por lo general niños y mujeres, coma objetos no comestibles.
Según declaraciones de la mujer, ha pasado de comer un jabón y medio por día a sólo medio por día desde que su extraña adicción comenzó.
Nicole cuenta que una vez llevó en un tupper trozos de jabón cortados embebidos en salsa de tomate.
Especialistas dicen que ingerir jabón puede causar graves lesiones en el intestino ya que el organismo no está preparado para digerir esos componentes. Nicole se encuentra luchando contra esta adicción para no perjudicar su nivel de vida.

Una adolescente toma gasolina

Su caso raro ha captado la atención de los espectadores, sobre todo porque hace muy poco un hombre murió al beber gasolina accidentalmente. Shannon explica lo que siente: "Provoca emoción en un primer momento y luego, se quema la parte posterior de mi garganta". Su costumbre tóxica llega a las 12 cucharaditas diarias.

Brindis mortal

Al igual que una mujer en Perú, un joven llamado Josh tiene una adicción muy peligrosa: comer vidrio. Así lo contó en el programa “My strange addiction”. Cuando brinda, su máximo placer es devorar la copa, no disfrutar de la bebida. Además, en los últimos cuatro años, ha consumido más de 100 gafas y 250 bombillas.

Personas que comen papel

Una mujer de 34 años ha admitido que ingiere medio rollo de papel higiénico por día. Lo lleva a todas partes porque desea comer en el coche, en el cine y viendo la TV. Su adicción le obliga a llevarse papel higiénico siempre en su cartera para consumirlo aunque no esté en su casa.

Polvo limpiador como comida

Crystal es una mujer joven que confesó su rara adicción de comer polvo limpiador con el que asea su hogar. Sufre esta conducta desde los 12 años y sus sentimientos de culpa y vergüenza no le permiten contar el problema o pedir ayuda, aunque admite que ya se ha transformado en una obsesión: llega a comer polvo unas diez veces al día.

April disfraza sus miedos

El problema de April Drucker no es dañino para su salud, pero sí para relacionarse y establecer vínculos afectivos con sus pares. No va a ninguna parte sin su muñeco ventrílocuo, pasa prendida a él las 24 horas del día. Por eso April no tiene amigos y su novio la abandonó. Su trastorno en realidad se llama fobia social.

Deliciosa espuma de almohadones

Adele pasó por las páginas del blog hace unos meses, en abril. Por si no la recordáis, os refresco la memoria y os cuento que nuestra joven protagonista tiene 30 años, cinco hijos y se come los cojines del sofá de manera demasiado habitual. En los últimos años se ha comido ocho sofás y cinco sillas, si bien lo malo no es que destroce su mobiliario, sino que esta extraña costumbre está destrozando su sistema digestivo.

Comer rocas en vez de galletas?

Una mujer sorprende con su hábito de comer rocas y cenizas. La chica acostumbraba a ingerir polvo y suciedad cuando era niña, pero desde hace más de cuatro años le gusta comer otros extraños y dañinos elementos, como la ceniza del tabaco y baldosas.