Carrie, una mujer de 53 años, bebe su propia orina, pero además la utiliza cual si fuera agua para bañarse con ella, lavarse los dientes y lavarse la cara. ¿Por qué lo hace? Dice que la siente tibia y agradable, además asegura que como padece cáncer, le ayudará a vencer la enfermedad. Lleva más de 4 años haciéndolo
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